Hace un par de semanas tuvimos el placer de asistir a Futurizz, un evento multitudinario que convocaba a las mejores empresas que desarrollan sus actividades en el ecosistema digital, la innovación y la tecnológica.

El evento sin duda, fue fantástico, daba la oportunidad a emprendedores, pymes o autónomos de conocer las últimas tendencias del mercado en lo que marketing digital, software y aplicaciones se refiere, y al mismo tiempo, aprendieran de la mano de empresas (algunas con amplia trayectoria) lo que podría llamarse un conjunto de buenas prácticas (“no escritas”) para desenvolverse en el entorno online.

Me llamó mucho la atención que, en este evento, así como otros a los que he tenido oportunidad de asistir, el call to action llevaba implícito el mismo mensaje: seas empresa o particular, debes iniciar tu transformación digital lo antes posible, de lo contrario, desaparecerás… pero, ¿es que acaso todas las empresas no la han iniciado ya?¿acaso no estamos ya en la era de las Smart Cities, donde pymes y startups deben desarrollarse con tecnología e innovación que les permita inter-operar entre ellas y con la ciudad?

Ummm pues al parecer no es así… cuando estas en el “mundillo” digital sueles perder la perspectiva de lo que sucede en el mundo offline y olvidas que aún existen personas y empresas ahí fuera que no cuentan con una imagen y estrategia digital acordes a los tiempos que corren.

Parece increíble pero aún hay personas que creen que un negocio se puede impulsar sin integrar una estrategia digital.

La estrategia digital debe estar integrada en cada una de las etapas de la estrategia offline de las empresas.

Afortunadamente, España está cambiando, en lo que a redes sociales se refiere, según un estudio publicado por IAB Spain un 81% de los internautas de 16-55 años utilizan por lo menos 5 redes sociales, lo que representa más de 15 millones usuarios. Y aunque en el sector empresarial se sigue encontrando cierta aversión al cambio, la mayoría de las empresas están entendiendo que las cosas están cambiando y están tratando de comunicarse con sus clientes a través de las redes.

Pero, este cambio necesario, la transformación digital de la que tanto se habla, no solo se refiere a estar en las redes y a tener una web que muestre algo de información de tu empresa, esto no es suficiente.

Un error ampliamente extendido en el mundo empresarial es el pensar que la transformación digital es solo cuestión de tener una web responsive y de tecnología.

La transformación digital implica la renovación de equipos de trabajo y de la infraestructura tecnológica de las empresas. Considera por un segundo cuantos procesos podrías simplificar con la ayuda de una app desarrollada ad-hoc que facilite el trabajo de tus empleados, ¿no aumentaría la rentabilidad de tu empresa? La eficiencia y por ende, la reducción de los costos, es algo a considerar en estos momentos de transformación digital.

Y claro está que a esta renovación tecnológica se le suma la formación de empleados y el cambio en la cultura corporativa de las empresas, haciendo de este proceso de TD un hito en el que es obligatorio replantearse muchos objetivos y estrategias de tu negocio.

El entorno digital, como todo entorno al que tenemos que adaptarnos e integrarnos, tiene sus exigencias, exigencias que van desde el desarrollo de una imagen de marca hasta un desarrollo web que responda a la tecnología utilizada por tu público objetivo. No basta con apañarse, las pymes deben mostrar eficacia si no quieren desaparecer del mercado.

Muchos empresarios se sienten abrumados, ya que es casi imposible seguirle el ritmo a los internautas. Estamos día a día probando, testando herramientas, siempre en versión ß (beta), aprendiendo y adaptándonos, sugiriendo cambios, todo para conseguir la mejor forma o vía de brindar el mejor de los servicios, pero de eso también va la transformación digital, de un constante aprender e innovar.

Muchos se sienten que han llegado tarde, se topan con que hace un par de años se hablaba de unos tales Millennials, y que hoy, estos no sólo tienen voz, sino que también responden a un perfil emprendedor, diseñan apps, crean startups y muchos tienen un éxito no esperado. Pero la TD también va de esto, de adaptarnos a este “nuevo” consumidor, perspicaz, valiente, que conoce tu producto y también el de la competencia, un consumidor que está en las redes sociales, no solo por postureo, sino para dar su opinión.

Resumiendo, la transformación digital no solo implica la compra de hardware y software que respondan a la demanda de estos tiempos, implica invertir en tu equipo de trabajo, formándolo, invertir en imagen de marca, en estrategia digital, en análisis, en la recolección e interpretación de una cantidad ingente de data (big data), que te ayudará a diseñar escenarios de actuación futuros.

Y si aún no has iniciado tu camino en alguno de estos aspectos, entonces aún no has iniciado tu transformación digital.